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TARTA DE SAN MARCOS. THERMOMIX
Este
pastel San Marcos es una de esas recetas que, a
priori, parece complicada de hacer, pero que con un poco de
planificación y la ayuda de la thermomix, se consiguen unos resultados
espectaculares. Os aseguro que el esfuerzo es mínimo.
He hecho este pastel infinidad de veces. La última fue el domingo
pasado para celebrar el día de la madre, pues a la mía le encanta este
postre. La ventaja que tiene esta receta es que el bizcocho, el almíbar y
la crema de yemas
pueden prepararse con antelación.
Incluso la base puede congelarse si es necesario. Sólo hace falta un
poco de organización para dejar a nuestros comensales con un delicioso
sabor de boca.
Ingredientes para un molde de 24 cm.
- Ingredientes para el bizcocho genovés: 4 huevos, 120 gr. de azúcar, 1 cucharada de azúcar vainillado, 120 gr. de harina de repostería, 1 pellizco de sal
- Ingredientes para el almíbar: 120 gr. de azúcar, 100 gr. de agua, zumo de medio limón
- Ingredientes para la crema de yemas: 100 gr. de agua, 100 gr. de azúcar, 6 yemas de huevo, 1 cucharada de agua
- Ingredientes para la nata montada: 500 gr. de
nata líquida para montar (mínimo 35% de materia grasa) muy fría, 80 gr.
de azúcar molido, 2 sobres de estabilizate para nata
Cómo hacer pastel San Marcos
Empezamos preparando el
bizcocho genovès. Ponemos
la mariposa en la thermomix, añadimos los huevos, el azúcar y el azúcar
vainillado y programamos 6 minutos, 40º, velocidad 3 (para thermomix 31
serían 6 minutos, 37º, velocidad 4). Cuando acabe el tiempo, programamos
de nuevo 6 minutos a la misma velocidad, esta vez sin temperatura.
A continuación, añadimos la harina y la sal, repartiéndolas
alrededor de la mariposa y programamos 4 segundos a velocidad 3.
Retiramos la mariposa y acabamos de remover la masa, ayudándonos de la
espátula. Debemos ir con cuidado de
no remover demasiado para que la mezcla no baje. Colocamos la masa en un molde de 24 cm. untado con mantequilla y cocemos a 180º, aproximadamente unos 25 minutos.
Para
preparar el almíbar, colocamos todos los
ingredientes en el vaso limpio de la thermomix y programamos 7 minutos,
temperatura 100º y velocidad 2. Después, reservamos el almíbar en un bol
y continuamos con la receta.
La
crema de yemas se hace poniendo en el vaso de la
thermomix el agua y el azúcar. Programamos 13 minutos, temperatura
varoma y velocidad 1. No ponemos el cubilete para que se evapore bien el
almíbar. Retiramos el vaso de la máquina, sacamos la tapa para que la
mezcla pierda calor y reservamos.
En un bol ponemos la cucharada de agua y las
yemas y las batimos con un tenedor. Añadimos el almíbar reservado
sin dejar de remover
y cuando se haya incorporado totalmente, colocamos la mariposa en el
vaso, agregamos la preparación al vaso y programamos 11 minutos,
temperatura 90º y velocidad 1.
Para
montar la nata me gusta más utilizar las
varillas electricas que la thermomix. La nata tiene que estar bien fría,
pero no congelada. Agitamos el envase de la nata para que el contenido
se mezcle bien, la ponemos en un bol metálico o de vidrio que esté frío y
batimos enérgicamente. Cuando la
nata esté montada, añadimos el azúcar y el estabilizante, batiendo algo más hasta que quede todo mezclado.
Por último,
montamos el pastel. Partimos el
bizcocho por la mitad. Para que después encajen bien las dos partes, lo
que hago es, una vez partido el bizcocho y antes de separarlo, colocar
un palillo en cada mitad. Así, una vez rellenado, sólo tengo que hacer
coincidir ambos palillos para que las mitades queden perfectamente
colocadas.
Ponemos una capa de bizcocho
sobre la bandeja donde vayamos a servir el pastel.
La bañamos con la mitad del almíbar y cubrimos con la mitad de la nata
puesta en una manga pastelera. Colocamos encima la otra capa de
bizcocho, bañamos con el resto del almíbar y cubrimos con la crema de
yema. Por último, adornamos los laterales del pastel con el resto de la
nata.
Tiempo de elaboración | 90 minutos
Dificultad | Media
Degustación
Esta
receta de pastel San Marcos no es nada pesada
ni empalagosa, aunque pueda parecer lo contrario. La serví después de
una opípara comida y os aseguro que hubo quien repitió. La próxima vez
la prepararé en un molde más pequeño, a ver si me queda un poco más
alta. Incluso he pensado hacerla de tres capas en lugar de dos.