Pollo asado fácil al horno con patatas panaderas
Ingredientes
El pollo asado es uno de esos platos que
podríamos decir que forman parte de la cultura gastronómica global, en
casi todas las sociedades existe una receta de pollo asado. Ya sea con
unas salsas u otras, con piel o sin ella, con hierbas varias, especias,
vegetales, cítricos, licores o no… esta receta de pollo al horno está dentro de la gastronomía global como uno de sus platos por excelencia. En el blog tenéis un montón de recetas de pollo, pero esta es quizás una de las mejores, pues es sencilla y muy económica.
Básicamente se trata de cocinar el pollo en sus propios jugos y grasa, acompañado o aderezado con hierbas aromáticas y/o vegetales. La forma ideal de cocinarlos es en los asadores rotatorios, ya sabéis, esos en los que el pollo es atravesado por un hierro que lo hace girar, permitiendo así que sus jugos y su grasa se vayan extendiendo por toda la pieza. En casa lo más habitual es que empleemos el horno para asarlo, dejando el pollo en una bandeja y sometiéndolo a la fuente de calor durante un tiempo determinado. A pesar de lo sencillo de esta receta existen múltiples variantes. En ocasiones el pollo se somete a un escaldado previo que garantiza la jugosidad posterior de la carne. Otro de los trucos es el lardeado con panceta o bacon, cubrir ciertas partes más delicadas del pollo con bacon durante parte del proceso para protegerlas de que se puedan asar demasiado y queden secas.
La receta de hoy es básica y muy fácil, garantiza una carne jugosa, muy sabrosa y con una piel extra crujiente. En el blog tenéis alguna receta más con pollo al horno, aunque no entero como en este caso, sino con una de las partes que más me gusta, las famosas alitas al horno con salsa barbacoa. Y recordad que si os sobra podéis hacer unas deliciosas croquetas o un relleno para una lasaña increíble. El resultado con el pollo entero es excepcional, si os pasa como a mí os será difícil dejar de disfrutar de esta receta, os aseguro que está de rechupete.
Básicamente se trata de cocinar el pollo en sus propios jugos y grasa, acompañado o aderezado con hierbas aromáticas y/o vegetales. La forma ideal de cocinarlos es en los asadores rotatorios, ya sabéis, esos en los que el pollo es atravesado por un hierro que lo hace girar, permitiendo así que sus jugos y su grasa se vayan extendiendo por toda la pieza. En casa lo más habitual es que empleemos el horno para asarlo, dejando el pollo en una bandeja y sometiéndolo a la fuente de calor durante un tiempo determinado. A pesar de lo sencillo de esta receta existen múltiples variantes. En ocasiones el pollo se somete a un escaldado previo que garantiza la jugosidad posterior de la carne. Otro de los trucos es el lardeado con panceta o bacon, cubrir ciertas partes más delicadas del pollo con bacon durante parte del proceso para protegerlas de que se puedan asar demasiado y queden secas.
La receta de hoy es básica y muy fácil, garantiza una carne jugosa, muy sabrosa y con una piel extra crujiente. En el blog tenéis alguna receta más con pollo al horno, aunque no entero como en este caso, sino con una de las partes que más me gusta, las famosas alitas al horno con salsa barbacoa. Y recordad que si os sobra podéis hacer unas deliciosas croquetas o un relleno para una lasaña increíble. El resultado con el pollo entero es excepcional, si os pasa como a mí os será difícil dejar de disfrutar de esta receta, os aseguro que está de rechupete.
Preparación del pollo asado
- Lo primero que hacemos es limpiar el pollo de posibles restos de grasa y vísceras que pueda tener. Tenemos especial cuidado con las plumitas que le puedan haber quedado. Le pasamos un agua para limpiarlo bien y lo secamos con papel de cocina. Es importante que quede seco para que, en el proceso de horneado, el pollo no comience cociéndose, lo que queremos es que se haga bien en el horno.
- En un mortero machacamos la pimienta negra y la sal y con esta mezcla untamos bien el pollo por todas partes, tanto dentro como fuera. Cortamos el limón por la mitad y exprimimos un poco de su jugo por encima y dentro del pollo. Reservamos el resto del limón.
- En un vaso mezclamos el aceite con el tomillo y con la ayuda de un pincel de cocina lo pintamos con la mezcla por dentro y por fuera. Reservamos el aceite de oliva virgen extra sobrante.
- Colocamos el pollo en la bandeja de horneado y le introducimos las mitades de limones en su interior. Añadimos también los dientes de ajo pelados y aplastados dentro del pollo. Pelamos las patatas, las cortamos en rodajas y las repartimos por la bandeja. Regamos tanto el pollo como las patatas con el aceite con tomillo sobrante.
- Con el horno previamente caliente a 190 º C horneamos durante 1 hora y 15 minutos en la bandeja del medio con temperatura arriba-abajo y aire. Cada horno es un mundo y puedes variar la temperatura, mi amigo Pedro Quintana me ha mandado el resultado de esta receta un poco quemado. Lo mejor es tapar el pollo con papel de aluminio a media cocción, es decir cuando el pollo lleve una media hora aproximadamente. Los últimos 15 minutos lo quitamos para tostar la piel y que quede super crujiente. Antes de servir el pollo lo dejamos reposar fuera del horno tapado con el papel de aluminio con el que lo hemos tapado en el horno durante 20 minutos.
- Trinchamos el pollo con un buen cuchillo y lo servimos acompañado de las patatas asadas y un poco de ensalada (a mi me encanta con tomate crudo, aceite de oliva virgen extra y un toque de sal y orégano). Perfecto para una comida de domingo, y recordad que quién va a trabajar es el horno, no vosotros.