El punto que las puede diferenciar es que se hacen de caldo (si es de cocido, mejor) o de leche, aunque yo las hago indistintamente, me gustan y gustan de ambas maneras.
Ingredientes
550 cc. de leche (también se puede sustituir por caldo limpio de cocido)6 huevos (yo, caseros)
20 gr. de mantequilla
200 gr. de harina (como las harinas no son todas iguales, si queda excesivamente líquida se le puede agregar un poco más)
Sal
un trozo de tocino(o aceite de oliva) para pintar la sartén.
Elaboración
Se mezcla con la batidora la leche, los huevos, la sal y la mantequilla
(reblandecida). Cuando esté todo bien batido se le va agregando la
harina batiéndo bien hasta que no quede ningún grumo. Se deja reposar
media hora. La mezcla ha de quedar bastante líquida para que las filloas
nos queden finitas, así que si veis que la mezcla está espesa, le
agregáis caldo o leche sin reparo, si acaso una pizca de sal y ya
compensamos el líquido que hemos agregado.Se pone una sartén y se unta con tocino que habremos pinchado en un tenedor o se pinta (pincel de silicona) con aceite de oliva y con un cucharón se agrega la masa que se estira bien con la sartén en el aire, cuando esté bien estirada se pone en el fuego.
Unos segundos después y cuando se despegue de los lados se da vuelta con los dedos en un movimiento rápido. Es tradición que la primera siempre sirva de prueba y se tire o se la coma la cocinera probando así el punto de sal. Todo se ha de hacer con cuidado y se ha de estar muy atento para que no se queme.
Cuando hacemos filloas no podemos hacer ninguna otra cosa a la vez, exige toda nuestra atención.
A gusto del consumidor, es increíble la gran cantidad de posibilidades que admiten.
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