Receta de pan de molde integral sencillo
Antes de empezar a aficionarme a la panadería casera, pensaba que el pan de molde tenía poco interés y no podía ser tan rico como una buena hogaza. Y leer la lista interminable de ingredientes extraños en los panes de molde comerciales no ayudaba a que mejorase mi impresión sobre ellos. Sin embargo, las versiones caseras pueden ser una auténtica delicia, y con recetas como esta de pan de molde integral sencillo no hacen falta grandes complicaciones.
Para que el pan tenga realmente una buena presencia y sabor, lo mejor es buscar una harina integral de calidad, de panadería o ecológica. La melaza o miel de caña, más oscura y acaramelada, aporta un color y aroma especiales a la masa, aunque se puede sustituir por otra cucharada equivalente de cualquier miel. Yo he empleado una batidora amasadora para preparar la masa, pero se puede hacer a mano sin problemas ya que he comprobado que con poco trabajo queda un pan estupendo.
Ingredientes para 1 pan
- 300 ml de agua tibia, 55 ml de leche tibia, 15 ml de aceite de oliva, 15 ml de melaza, 15 ml de miel, 365 g de harina de trigo integral, 100 g de harina de trigo de fuerza, 1 y 1/2 cucharaditas de sal fina, 1 sobre de levadura seca de panadería (unos 7 g).
Cómo hacer pan de molde integral sencillo
Colocar las harinas en un recipiente amplio y mezclar bien con la levadura y la sal. Combinar en un cuenco el agua y la leche tibias con el aceite de oliva, la melaza y la miel. Añadir a las harinas y mezclar hasta conseguir una masa homogénea. Tapar con un paño y dejar reposar 30 minutos.Amasar unos minutos con las manos o usando una máquina amasadora. La masa debe ser húmeda pero no excesivamente pegajosa. Trabajarla hasta que quede suave y elástica al tacto. Formar una bola, colocar en un recipiente engrasado, tapar y dejar levar hasta que doble su tamaño. Dependiendo de la temperatura, tardará entre una y dos horas.
Deshinchar ligeramente, formar un cilindro y colocar en un molde rectangular de unos 22 cm de largo. Tapar y dejar levar de nuevo hasta que casi doble su tamaño. Mientras tanto, precalentar el horno a 200ºC. Hornear durante unos 35 minutos, hasta que se haya dorado bien y al golpear la base suene hueco. Pincelar con aceite o mantequilla derretida cuando todavía esté caliente para conseguir una textura más tierna. Dejar enfriar totalmente sobre una rejilla.
Tiempo de elaboración | 3 horas
Dificultad | Fácil
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