miércoles, 13 de marzo de 2013

Torrijas caramelizadas


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Torrijas caramelizadas

  • 10 PERSONAS
  • PREPARACIÓN FÁCIL
  • 0,4 EURO/PERSONA
  • TIEMPO DE PREPARACIÓN: 45 M
Torrijas caramelizadas

INGREDIENTES

  • 1 barra específica para torrijas, de las grandes, 50 cm.
  • 1 l de leche entera.
  • 5 huevos
  • Para aromatizar la leche: 1 palo de canela-rama, 1 cucharada de esencia de vainilla o una vaina de vainilla, la cáscara de medio limón
  • Para el caramelo: 300 g de azúcar blanca y 150 ml de agua
  • 1/2 l de aceite de girasol para freír las torrijas
Esta receta que os presento no es la tradicional que todos los años preparo en casa. Este año he pensado en cambiar las clásicas torrijas de Semana Santa por unas torrijas caramelizadas que han triunfado en casa de la abuela Pilar. La base es muy parecida a las clásicas pero el punto final le da un toque distinto y diferente, yo diría que, aunque parezca mentira, menos dulce pues la película de caramelo que lleva es muy fina.
La idea no es mía, sino que es un pequeño homenaje a las que preparan en el Café de Oriente en Madrid. Unas espectaculares torrijas que me conquistaron desde el primer momento, no sólo por su sabor y su textura sino por la cuidada y original presentación del plato. En el restaurante las sirven con una bola de helado de vainilla y un poco de sirope del caramelo casi toffee. La fríen en ese caramelo en vez de en aceite y el resultado es impresionante.
Un gastrónomo romano del siglo I D.C. llamado Marcus Gavio Apicio ya citaba este dulce durante el reinado de Tiberio, en su libro De re coquinariaTambién se cuenta que durante la Edad Media las monjas elaboraban este delicioso postre para aprovechar el pan duro sobrante de las comidas del convento, lo que nos desvela el origen humilde de esta receta. Lo que tenemos claro es que esta rebanada de pan empapada en leche, rebozada en huevo, frita en aceite suave y aromatizada al gusto con almíbar o este caso con caramelo, es uno de los mejores postres de España. Os recomiendo que las hagáis, ya sea en su forma clásica o bien con este toque distinto, será uno de vuestros dulces de estas fechas. Probadlas, os gustarán.

PREPARACIÓN DEL CARAMELO SUAVE

  1. Ponemos un cazo o una sartén al fuego a intensidad media para que alcance temperatura. Añadimos los ingredientes en el siguiente orden: 8 cucharadas de azúcar granulada blanca y un poco de agua (5 cucharadas colmadas).
  2. Dejamos a fuego medio sin remover (al principio no debemos mover el azúcar con cuchara de madera porque se apelmazará) y veremos como poco a poco se empiezan a formar pequeñas burbujas y el azúcar cambia de color. Cuando suceda esto removemos, ahora sí, con una cuchara de madera y ayudamos a que se mezcle todo.
  3. Retiramos del fuego y seguimos removiendo hasta que alcance ese color miel tostado del caramelo. No tengáis prisa, el caramelo se irá haciendo poco a poco.
  4. Dejamos que se temple un minuto y ponemos al fuego a temperatura muy baja mientras preparamos las torrijas, no dejéis que se queme que no queremos que nos amargue. Cuidado que quema mucho, no se os ocurra probarlo hasta que hayamos acabo del proceso y esté tibio.

PREPARACIÓN DE LA LECHE INFUSIONADA

  1. El primer paso es preparar los ingredientes con los que vamos a aromatizar la leche. Lavamos muy bien el limón y pelamos su piel de manera fina, sin mucho blanco que luego nos amargue el postre.
  2. En la preparación de la leche aromatizada tenemos un ingrediente que va a marcar la diferencia, también la marcará en el precio pues no es barato: las vainas de vainilla. Para esta receta vamos a necesitar la vaina abierta entera, no es necesario añadir el interior, es decir las semillas, que podemos guardar para otro postre (congeladlas en un papel de aluminio e id utilizando poco a poco dependiendo de la receta para economizar este ingrediente). Para sacarle el mayor provecho, cortamos los extremos y luejo rajamos la parte más ancha de la vaina con un cuchillo, de un extremo al otro abriéndola como un libro. Raspamos el interior con la hoja de un cuchillo para sacar las semillas.
  3. La vaina limpia es la que añadiremos a la leche. Una vez aromatizada la leche, la vamos a sacar y secar y la guardaremos para otros usos, por ejemplo para aromatizar azúcar y hacer nuestro propio azúcar avainillado.
  4. Calentamos la leche a fuego medio casi hasta el punto de ebullición. Bajamos la temperatura y retiramos del fuego, añadimos la vaina de la vainilla, la piel del limón y por último la rama de canela. Dejamos todo en reposo durante 5 minutos infusionando la leche. La leche debe estar tibia o fría cuando la usemos para empapar las torrijas. Reservamos.

PREPARACIÓN DE LAS TORRIJAS CARAMELIZADAS

  1. La diferencia fundamental con las clásicas torrijas radica en la casi desaparición del rebozado que ayudará a que estén más tiernas. Para asegurar una forma compacta cambiamos el pan de barra por pan de torrija dulce o bombón, a la venta en cualquier pastelería y en la mayoría de los supermercados en esta época del año.
  2. Batimos los huevos hasta que espumeen un poco y añadimos dos cucharadas de leche infusionada, volvemos a batir y colocamos en otro plato que sea cómodo para mojar las torrijas antes de freír.
  3. Ponemos una sartén con aceite de girasol o un aceite de sabor neutro y calentamos a fuego medio.
  4. Mientras se calienta el aceite bañamos las rebanadas de pan en la leche infusionada. Le damos la vuelta para que se impregnen bien pero que no chorreen y la pasamos por el huevo batido que ya tenemos preparado. De ahí directamente a la sartén con aceite bien caliente. Sólo vamos a sellar las torrijas, vuelta y vuelta en aceite muy caliente, la otra opción es empapar las torrijas y pasarlas directamente al caramelo que tenemos al fuego.
  5. Si las sellamos en aceite no tienen que quedar fritas, recordadlo. Retiramos a un plato con papel de cocina absorbente para retirar el exceso de aceite y pasamos directamente a la sartén con el caramelo caliente.
  6. Elevamos la temperatura del caramelo y acabamos de sellar en el mismo. Vuelta y vuelta y colocamos directamente en el plato.
  7. Dejamos enfriar y degustamos a temperatura ambiente o frías, simplemente deliciosas.
Sorprende por el contraste entre la textura blanda y cremosa del pan con la costra de caramelo quemado. Incluso, más allá de las texturas, ambos sabores se complementan muy bien. Es un postre contundente, cuestión que hay que tener en cuenta a la hora de calcular las raciones. De rechupete, no lo dudéis.

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